martes, 14 de abril de 2009

REFLEXION SEGUNDA.- Personas que pasan a la historia

Es curiosa la forma en las que ciertos representantes de esta especie sabia a la que pertenecemos han pasado a las páginas de nuestra propia historia. Aunque teniendo en cuenta el soberano ejercicio de modestia y humildad que alguien realizó en su día para denominar a nuestra especie, cuesta menos trabajo creer que ciertos “ejemplares” de la especie hayan terminado por aparecer en susodichas páginas. Somos sapiens sapiens. Ahí es nada. …cualquier individuo que afirma ser lo que es puede ser tachado de pedante incluso por sus más íntimos, mientras que la propia especie que se califica a sí misma de sapiens sapiens, está libre de tan peculiar adjetivo –o epíteto, no se enfaden ustedes, señores críticos, que ya me acordaré de su élite en el momento adecuado-. Si eso es modestia, que venga George W. Bush (¡¡¡salud!!!) y lo vea. ¡ Pobre Multatuli (Eduard Douwes Dekker), si levantara la cabeza y viera qué pocos somos los seguidores de su teoría de la humildad, y cuánto falso modesto va por el mundo pegando bombazos en nombre de la paz y la democracia...! Menos mal que en esta España hay una gran liebre, digo, menos mal que en esta España, que es una, grande y libre –qué lindo sería si las españas fueran múltiples, infinitas y libres de verdad -, siempre contaremos con algún tío Paco para defendernos y protegernos de las gordas judías esas. ¿O eran hordas? Bueno, qué más da. Si de todas formas, siempre tendremos al tío Paco o a alguno de sus herederos (…)
(...) si pudiéramos repasar uno a uno todos y cada uno de los nombres que llenan los libros de historia, veríamos que el porcentaje de personas que resultan un ejemplo negativo para el futuro es muchísimo más numeroso que el de las personas de las que se podrían obtener posibles modelos a seguir. Siempre fue fácil para gentes advenedizas hacerse un hueco en los entresijos del poder (…) Inútiles de medio pelo han escalado hasta los más altos peldaños de la miseria humana huyendo del anonimato, y a la caza de sus dos renglones en la historia, al mismo tiempo que para conseguirlo enviaban a miles de hombres válidos aunque anónimos a la muerte en nombre de causas justas, de discursos sentidos, de ideas de utopía, de banderas coloridas adornadas por escudos airosos. Miles de mujeres han sufrido la locura de esos mismos hombres. Miles de niños han perdido a padres y madres por el primer motivo, o el segundo. O incluso por los dos motivos a la vez. Y mientras tanto, esos inútiles, esos mediocres empedernidos que accedieron a lugares relevantes en sociedades en las que el quilo de mediocridad se pagaba a precio de oro, continuaban buscando entre retorcidos pliegues de retorcidos cerebros una frase por la que ser recordados en siglos venideros, a salvo de conflictos que ellos mismos crearon – y siguen creando, porque esta subespecie sigue existiendo -, sin jugarse nada más que las vidas ajenas (…)
(...) Siempre me ocurre en vacaciones. Miro y veo tanta riqueza, tanto despilfarro, tanto lujo... e intuyo cuánto esfuerzo ajeno habrá costado, cuánta miseria y necesidad ajenas, cuánto dolor y sufrimiento, cuánta sangre y cuántas vidas... Hombres sabios y sabias mujeres (…) A veces, desde nuestros quinientos años de ventaja, olvidamos que también llevamos el terror y el caos a otras tierras en nombre de algún dios, o alguna causa, o alguna bandera. A veces olvidamos que esas tierras siempre han acabado por sublevarse y expulsarnos de allí con nuestros dioses, causas y banderas, para recuperar sus dioses disfrazados de los nuestros, sus causas similares a las nuestras, y sus banderas diferentes aunque iguales a las nuestras (…)
(...) Qué bonita suena la marcha de la infantería, el ardor guerrero; qué bonito es el himno de los caídos. Sobre todo si lo entonan en honor de otro, mientras yo me dedico a mandar una bandera y una misiva con el dolor, el beso y el agradecimiento de la patria, mientras miro el reloj para no llegar tarde a la mesa que tengo reservada en el mejor restaurante. Pagan los contribuyentes, por supuesto.
El Mercado manda en la historia. Mejor dicho, el mercado escribe la historia. Y la pluma la empuñan aquellos que manejan a los títeres del sistema (…) El mercado manda, y cuando toca período de recesión, todo hijo de madre –o diosa -, tiene que apretarse el cinturón, como diría algún que otro político conocido en otras épocas. El mercado, el dinero, siempre ha estado manejando el timón, como si realmente fuese el director de orquesta, mientras el imperio contemporáneo a cada época actúa de primer violinista, el resto de líderes mundiales forman la orquesta, y los miles de millones de personas -¿o quizá víctimas?- del mundo asistimos impotentes al concierto que se empeñan en representar muy a pesar nuestro (…) Y a nadie le importa que no quisiéramos estar en ese concierto, a nadie le importa que no quisiéramos estar en ningún concierto. A nadie le importa que ni siquiera quisiéramos que se celebrara concierto alguno. Y finalmente, lo único que acaba por importarnos realmente es que el concierto ha terminado, y que la panda de farsantes vividores que forman la orquesta se ha largado sin destrozar el auditorio (...)

14 comentarios:

  1. Bueno, para ir ya entrando en materia, aquí os dejo fragmentos sueltos del primer título de la REFLEXION SEGUNDA. Hay varios títulos más, e iremos dejando igualmente fragmentos que permitan captar la intención de cada uno de ellos. En este que nos ocupa, se abordan cuestiones como... Bueno, mejor leéis el párrafo entero, y así veis las cuestiones de marras.
    Dad caña al por mayor, que es gratis, y seguro que encima sacamos material para más reflexiones!!!

    Saludos.

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  2. A ver.....que quereis que os diga....desde muy pequeña me preguntaba quien ganaba en una guerra,quienes eran los buenos y los malos y porqué todos aquellos señores expertos en ella y que dedicaban "su vida" a prepararse para ella(a cambio claro está,de un sin fin de lujos y barbaridades de locos a la carta pagados por el pueblo...)no iban cuando llegaba LA OCASIÓN....ni ellos ni sus elegidos...!!tiene cojones...!!....Evidentemente,como en todo,a una guerra van los mandaos,los curritos,cuya vida no vale tanto......mientras, ellos asisten al espectaculo y ponen en marcha esa gran industria atendiendo a las necesidades de su Mercado...como bien dices,director de orquesta sin duda...

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  3. En todas las guerras pierde el pueblo, siempre ha ocurrido, porque somos nosotros quienes estamos a pie de cañón, no como tú dices, el señor que después de dar la orden, se sienta a cenar tranquilamente y se fuma un puro mientras toma su copita de Coñac.
    No hay guerra buena, no hay guerra justificada. Y aunque lo digamos una y otra vez, y otra, y otra, y otra... ellos siguen haciendo con nosotros lo que quieren (o Josémari escuchó a los españoles cuando salieron a la calle?? alomejor estaba durillo de oido...)
    Sólo les han importado sus intereses personales, ser amiguito de, salir en la foto con...
    Y son ellos los que aparecerán en los libros de historia, y los niños tendrán que estudiarlos. Y yo a mis nietos les contaré, que ese señor que acabó con el régimen de Sadam Hussein, asesinó a muchísimas personas en búsqueda de petróleo, a sabiendas de que la persona a quién buscaban, no estaba allí, que las excusas, eran falsas. Y que nuestro país, en contra de lo que quería el pueblo, le ayudó, para que nuestro presidente pudiera dar clases cuando España le diera la patada en el culo y le mandara pal otro lao del océano.
    Así de injusta es la historia con los que hubiéramos querido que fuera de otra manera.
    Un besito!!!! ^^

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  4. Sabéis, yo, de pequeña, lo que me preguntaba era cómo se podían distinguir a los buenos de los malos..por qué desconocidos que se veían por primera vez en un campo de batalla se odiaban tan encarnizadamente el uno al otro. Pero muy pronto entendí que no había ni buenos ni malos, sólo había pobres desgraciados.
    Pobres desgraciados que se veían obligados a matar o a morir. Pobres desgraciados a los que sólo su necesidad, o la de sus familias, les apremiaba a jugarse el físico (y el psíquico) en una batalla que, de antemano, tenían perdida. Pobres desgraciados que no odiaban al enemigo que se le ponía enfrente, sino que tenían tanto miedo, que apretaban los dientes y blandían su arma como si no hubiera mañana.
    Pobres desgraciados exportando el exterminio a otros pobres desgraciados tan necesitados y dominados como ellos.
    Pobres desgraciados con los que sus líderes jugaban al risk.
    Pobres desgraciados que, tienen tan poca importancia, que ni siquiera quienes los han mandado a la muerte, se toman el trabajo de recoger sus restos y dejarlos donde les corresponde... total, ya de nada sirven.
    Y por descontado, que de ninguno de ellos quedará constancia en los anales de la historia, que ya se sabe que solo la escriben los vencedores.
    Escribir esto ha sido tan deprimente, que casi me voy a la cama... pero pensar que puedo escribirlo aquí, que hay quien me lee y responde, que hay quien quiere cambiarlo y darle sentido a todo este despropósito, me ha mantenido sentada al teclado.

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  5. Sin duda que tienes razón en tu reflexión, Anónimo. Los curritos somos la carne de cañón apropiada para los juegos de guerra de los "guerreros de profesión", ésos que sólo hacen la guerra desde un despacho pero que jamás han oído una bala silbando cerca ni han visto caer a un amigo a su lado. Somos el motor y el combustible del mundo, los curritos, sí señor. Los CURRITOS.

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  6. Sabes una cosa, Aida? No creo que yo llegue a tener nietos, pero me comprometo a contarles la misma historia a quienes me escuche, que tú a los tuyos. Les contaré la historia que yo conozca por haberla vivido, no esa otra historia que aparece en los textos, y que a menudo, poco tiene que ver con la historia real. O al menos, con la historia al completo, pues normalmente sólo suele ser la versión de la parte que resultó vencedora. Intentemos que la parte de historia que nos toque escribir sea lo más objetiva posible, ¿te parece?.

    Besitos para tí también.

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  7. ¿Sabes una cosa, Dunkan? Estoy tentado de pedirte que escribas tú la segunda parte de Filosofía y Palomitas... y robártela antes de que la registres!!! Es broma, naturalmente. Espero que nadie lea este comentario, especialmente desde la editorial, porque si lo leen, no me auguro un buen futuro!!! Buen rollito, jefas, ¿ein?
    Bueno, rollos de los míos a parte, confieso que tu comentario no me ha provocado ganas de irme a dormir, porque me ha parecido tan desgarrador que me ha dado ganas de correr a cambiar el mundo ahora mismo. Lamentablemente, los años te enseñan que no se puede cambiar el mundo ahora mismo y mucho menos en solitario. Pero esos años sí que me han enseñado otra cosa: lo que sí se puede cambiar es el metro cuadrado que rodea a cada persona, de modo que adelante. Cambiemos nuestro metro cuadrado. Si cada cual lo cambia a mejor, sin duda que el mundo será más fácil de cambiar. A mejor, quiero decir. Para cambiarlo a pero ya se bastan los hombres sabios ellos solitos!!!

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  8. Gracce. Pero si yo tuviera el talento suficiente para escribir algo la mitad de bueno que Filosofía, estaría ahora mismo sentada delante de una remintong o una olivetti, dando rienda suelta al ingenio.

    No me iba a la cama por las ganas de dormir.. sino de soñar.
    Yo aún no tengo demasiados años (todo me llegará), pero soy consciente de lo complicado que es introducir cambios, incluso aunque sea para cambiar costumbres que no nos gustan, y mucho más si es harto improbable encontrar apoyo para según qué cosas. Por otro lado, para eso mismo estamos aquí, no?

    A mí,que puede que tenga nietos, y, si me permitís, me gustaría sumarme a ese "trato" de transmitir la historia tal cómo fue, no tal cómo se escribió. Qué mejor modo de hacer justicia!

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  9. Bueno bueno Dunke.....déjame tu niveeel!!!!...te vienes a la Feria de Sevilla o qué??!!...Amara

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  10. No veas niño la que has liaooooo.....aqui hay nivel ehhhhh......jajajajajajaajajaja...un abrazo!!!....Amara

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  11. Pues sí, esto empieza a asustarme, para qué negarlo... Aunque tengo que reconocer que Filosofía y Palomitas no es ninguna obra cumbre de la literatura universal, y que si sus páginas destilan algo, son aires irreverentes y ganas de fastidiar, y nada más.

    Ole, hagamos justicia!!!

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  12. Jajajaja... me encantaría ir a la feria, pero este año me da a mí que me voy a tener que quedar con las ganas. Menos mal que sé que vosotros la disfrutaréis por mí, no Amara? :P

    Pues mejor para tí si Filosofía no es una obra cumbre de la literatura, porque El Quijote lo es y yo confieso que llevo aaaaños intentando leerlo.

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  13. Mira por dónde, otra irreverente más!!! Me alegro de encontrar a alguien más que NO se haya leído El Quijote!!! Es que con el rollo ese de la obra cumbre y tal, pues nada, que parece que los que no hemos conseguido llegar al final somos poco menos que mandriles afeitados!!!

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  14. Jajajajajjajajajajaja. Mandriles afeitados, jajajaj, lo reconozco, me tengo que quitar el sombrero ante tan deliciosa imagen

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