sábado, 25 de julio de 2009

REFLEXION SEPTIMA.- El Terrorismo

Terrorismo –excepciones anacrónicas e incompresibles como las que ocurren en el suroeste de Europa aparte- es la definición que hacen los vencedores de las acciones violentas que llevan a cabo los vencidos. Cuando esas mismas acciones las llevan a cabo los vencedores, las denominan daños colaterales -y últimamente, guerra preventiva-. Si miramos la otra cara de la moneda, los vencidos llaman al terrorismo lucha armada y a ellos mismos se denominan como guerrilleros o resistencia, mientras que a los vencedores y a sus acciones les llaman invasores y torturas.
De cualquier forma, e independientemente de todo esto, quienes pierden son una vez más -otra más- los mismos, los de siempre. El ciudadano anónimo de a pie que pasaba por el lugar equivocado en el momento inadecuado en que hizo explosión el coche bomba.
Aquí en españolandia sabemos mucho de terrorismo. Y en vascolandia también saben; saben aún más. No voy a relatar ni a enumerar la lista interminable de barbaridades de eta, ni mucho menos. Ni tampoco la interminable lista de barbaridades de la iglesia católica en vascolandia durante toda la vida de la banda. Ni la del PP y sus colectivos afines, intentando sacar tajada de los muertos -desde el atentado controlado contra Josemari hasta las últimas manifestaciones multitudinarias- para hundir la actual coyuntura o al menos conseguir un votito más.
Entiéndanme, no es que yo quiera que ZP acabe con eta. Lo que quiero es que ALGUIEN acabe con eta. No es que yo me haya olvidado de las víctimas PASADAS de eta. Lo que quiero es que no haya víctimas FUTURAS de eta. No es que yo quiera que suelten a los terroristas que están HOY entre rejas. Lo que quiero es que MAÑANA no haya nuevos terroristas a los que encarcelar.
Me parece absurdo, ridículo, amoral e inhumano que supuestos dirigentes políticos demócratas saquen a pasear a los muertos para rapiñar algún rédito electoral. Aunque una vez escuché algo parecido acerca de un ilustre político vasco que amenazó con sacar a pasear el cadáver de su hermano si él no iba en no sé qué lista. Por cierto, que creo que ya no milita en aquel partido político, porque ahora tiene otro cargo más importante donde cobra aún más y tiene que hacer aún menos.
La sociedad no debería permitir que NADIE usara cuestiones tan delicadas con fines tan poco honestos. Quizá la diferencia entre las personas no sea su tendencia ideológica sino su tendencia moral. Yo soy de los que piensan que el fin no justifica los medios NUNCA. Y además, creo que todo aquel que opina lo contrario debería -al menos- ser rigurosamente controlado en su labor, sobre todo en el caso de que esa labor fuera la de regir nuestros destinos. Créanme, me gustaría escribir tantas líneas disparatadas sobre esta cuestión, que si lo hiciera, estas páginas dejarían de ser una especie de ensayo loco y absurdo y se convertiría en otra cosa en la que no quiero que se convierta, de modo que déjenme con mis neuras y sigamos adelante.